GLOBALIZACION

José tiene casi 8 años, le gusta jugar a la pelota, no entiende de economía ni de política, ¿será por eso que todavía es felíz? Hasta acá en un chico común y corriente, salvo porque vive con muchos chicos más, que como a él sus padres lo rechazaron o ellos (los chicos) sufrieron sus perdidas. Yo no tenia idea de su existencia hasta que una amiga de mi vieja se propuso adoptar un chico, extender la mano y tratar de salvar a alguien de un destino fijado (quién sabe por quién) y que es muy probable que no pueda cambiar nunca sin ayuda.
Entre las idas y venidas en el hogar de los chicos se encontró con muchas caritas ansiosas por salir de allí pero muy desconfiados de todo. Después de varios “fracasos” para tratar de reinsertarlos en la sociedad, se dio cuenta que uno muy chiquito de estatura, tímido, escondido atrás de una sonrisa, la seguía y la saludaba cada vez que se iba con otro chico, ese era José.
En la primera “cita” con esta pequeña personita, las expectativas eran inmensas, pero había un problema.
A José lo llevaron al shopping para que salga y conozca un lugar que nunca iba a conocer de otro modo, que juegue, (y si se podía) que vea una película. En el primer intento de sociabilizarlo, de hacerlo socio de una sociedad (que no se acepta a si misma), José no pudo masticar su hamburguesa de Mc Donalds, nunca había probado cosas sólidas, solamente mate cocido. Ahí es donde se terminan las burocracias, los planes económicos, las campañas políticas, los “problemas” que uno se hace por cosas insignificantes. Ahí es donde empieza a usarse el corazón, la cabeza, tratar de entender algo tan elemental a lo cual no se está acostumbrado. A la mierda con las ideologías y las etiquetas de zurdos y de derechos, primero que todo somos seres humanos, dotados de razón y de sensibilidad, y si solamente se tiene que tener una ideología para tener que entender esta realidad, realmente estamos perdidos. Aquí es donde se tienen que cambiar los verbos: pensar y reflexionar por otros dos: hacer, intentar. Buscar soluciones y dejar de vivir en una selva donde solamente los más fuertes sobreviven, y donde los que más o menos la llevamos no somos capaces de parar a preguntarle a esa persona que vemos tirada en una esquina durmiendo en invierno ¿que te pasó?¿por qué estas acá?¿cómo te ayudo?

“¿No sabes lo qué es un necio?
Es quién se hace el insensible haciendo un poco más frío su mundo”
(Hey Jude – Lennon/McCartney )